Imagen del corto «Soltar».

Natalia (25) despierta con el recuerdo del abuso que sufrió 8 años atrás por parte de su padrastro, de quien su madre, la persona en quien ella más confiaba, era cómplice.

Para descargar el dolor y la angustia, hace catarsis a través de la pintura, la que de a poco le permite soltar y dejar ir aquel pasado oscuro que le tocó vivir».

Esa es la sinopsis de Soltar, el cortometraje de Yamila Lezica, estudiante de Artes Audiovisuales del IUPA, que acaba de ganar el primer premio del Festival Audiovisual Bariloche (FAB) en la categoría mejor cortometraje sub 21.

«Este corto representa una problemática social que hoy en día pisa más fuerte que nunca. Busqué ser sutil a la hora de abordarlo, ya que es un tema muy sensible y nunca pase por esa situación. Para lograr escribir el guión (un tema que tenía muchas ganas de hablar pero no sabía de qué manera hacerlo para no ofender a nadie que haya pasado por esta situación) tuve que escuchar, leer distintos relatos de personas que si lo habían sufrido, y ponerme en su lugar, sentir lo que sintieron, hasta llegar a palpitar en carne propia a través de un sueño que parecía ser real, todo dolor, angustia, tristeza, repugnancia de sentir otras manos en mí», reflexiona Yamila.

«En el mismo FAB 2016 pude levantarme una mañana y escribir todo eso que sentía. Las expectativas que tenía con Soltar era que pudiera llegar al espectador de forma que, ante las trabas, obstáculos, o momentos difíciles que te ponga la vida, entienda que siempre hay una salida, una vuelta».

«Personalmente creo que el arte, en cualquiera de sus formas, es una buena manera de canalizar y plasmar todo eso.

Participar por primera vez en el FAB fue una experiencia increíble, si bien el año pasado fui como espectadora, vivirlo como realizadora seleccionada lo hizo mucho mejor.

El apoyo de mis compañeros fue esencial, sentir buena vibra, tener sus abrazos y aliento para calmar los nervios era muy importante, hizo que todo esto sea un disfrute mucho más placentero».