Masterclass: Pino Solanas en «Patagonia Cine» (Edición 2019)
Publicado el 22/08/2019
Pino Solanas falleció en París a los 84 años víctima del COVID-19… como si alguien que se mezcló con ganas en la historia sólo pudiera partir trenzado en la batalla por la vida cuando ésta se encuentra amenazada a escala global por un ser invisible al que interpretamos como un enemigo enfermizo. Se fue al viaje final cuando su última aventura lo llevó a Francia como embajador argentino ante la UNESCO… hubiera trabajado hasta los 100 años porque tenía un motorcito que lo arrojaba a la realización de las sagas justas. Con “La hora de los hornos” creó un modo de hacer cine y una estética que valió para formular la idea del Tercer Cine, en el que la realización, la distribución y la recepción se conciben como un proceso colectivo y comunitario en el que la historia se toma con los dedos cuando las brasas y las llamas arden… por ello pudo contar la crisis del 2001 en Argentina con “Memoria del saqueo”, e iluminar con el desastre la idea de narrar la situación contemporánea de nuestro país peinando a contrapelo la agenda estratégica que falta para hacer de una vez por todas, soberanos, independientes y libres a los pueblos de nuestro territorio. Realizó nueve películas documentales durante los dos mil porque los relatos son un modo de intervenir en la realidad para ordenar el desorden de un caos reinante. Sabía por experiencia propia que hoy una sola persona puede realizar un documental por las nuevas tecnologías disponibles pero que ello no exime a nadie de la crisis creativa en la que se inventan las películas en un viaje hacia lo inesperado. Las vidas de las personas son múltiples y difícilmente se puedan sintetizar en uno o dos acontecimientos, pero a Pino lo representa una postal honorable: al día siguiente de haberse presentado en la justicia para denunciar al entonces Presidente Carlos Menem por el saqueo y robo a YPF, fue cobardemente baleado por la espalda; desde el hospital sostuvo: “No nos vamos a callar, ni la Argentina está de rodillas por más actos intimidatorios ni brabuconadas de la mafia que está saqueando al país (…) deseo volver a hacer mi trabajo, que es el cine. Pero en este país hay miedo. La máquina de miedo aún no está desarmada”