Es una de las 10 elegidas. Cuando sale del taller metalúrgico familiar, Liliana Santander, estudiante de Música del Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA) prepara su voz: resultó seleccionada junto a otras 9 personas para una beca de perfeccionamiento del Mozarteum argentino, una organización dedicada a la difusión de la música clásica en el país, que ofrece conciertos y becas de formación.

Esta joven de 22 años trabaja junto a sus primos en el taller de su tío, donde realiza plegados para estufas artesanales. Liliana transita, además, su segundo año del Profesorado Universitario en Interpretación Musical. Pronto sumará otra tarea: tomará clases de técnica y repertorio con una experta, para profundizar su especialidad: el canto lírico.

“La beca que obtuve consiste en facilitar el acceso a la formación musical de calidad a artistas argentinos, de la mano de los más prestigiosos maestros nacionales e internacionales. la que obtuve es de Categoría 2, que es para residentes del interior del país radicados a más de 300 kilómetros de distancia de la Ciudad de Buenos Aires, para estudiar allí”, inicia Liliana.

A esta beca postulan decenas de músicos de todo el país. En este caso, Liliana envió un video en el que interpreta un repertorio, acompañada por el pianista Mauro Moya. Además, debió enviar cartas de recomendación y una de aceptación.

“Me puse en contacto con maestros a los cuales tuve el placer de conocer el año pasado a través de cursos que dictó el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón (ISACT), de manera virtual. Víctor Torres, Guadalupe Barrientos y Elisabeth Canis, con la cual voy a tomar las clases. Fue justo en un momento en donde me preparaba para rendir, así que aprovechamos obras del repertorio que tenía en ese momento, Aprés un Rêve de Gabriel Fauré; Seit ich ihn Gesehen, de Robert Schumann y Si lo hallas, de Carlos López Buchardo. Esas fueron las piezas que mandé. Mi profesora Ana Belanko y Ariel Ojeda, también docente de IUPA, me ayudaron a grabar y editar los videos, con quienes estoy muy agradecida”, refiere.

Según explica la estudiante, su beca comenzará de modo virtual por la pandemia. “Tal vez más adelante pueda viajar y tener clases presenciales, dado el contexto de pandemia en el que nos encontramos. De acuerdo a los tiempos estipulados, inicia este mes y finaliza en junio de año que viene”, señala.

La joven entabló ya una charla virtual con su docente del Mozarteum, para organizar sus tareas. Le interesa la docencia musical y no descarta, tampoco, alguna vez subirse al escenario. Seguramente -piensa- deberá ir menos horas al taller, un trabajo que empezó más por una cuestión económica pero que hoy disfruta. “Fue un desafío y la verdad es que está genial”, añade.