El último concierto de primavera de la Sinfónica trajo emotivos momentos

Ante una iglesia repleta, la Sinfónica Universitaria del IUPA volvió a demostrar la solidez del proyecto: familias, personas de todo tipo de edad, llenaron Nuestra Señora del Carmen, para disfrutar -durante cerca de una hora y media- el evento artístico que llevó este proyecto.

Esa solidez, además, se demostró con el reto de presentar un nuevo repertorio en este espacio, que cada año se consolida como “el” concierto de la primavera en General Roca. Dirigido por el maestro Fabrizio Danei, la orquesta incorporó este año a Fabián Poblete, docente de vasta experiencia en IUPA, y actual coordinador de OSU.

La cita comenzó con la presentación del Ensamble juvenil de vientos, cuerdas y percusión, una propuesta que involucra a los estudiantes de los cursos de formación en Música del IUPA.

“Fue un gran desafío este año para mí tomar la coordinación de la OSU, ya que venía con una gran gestión por parte de (la directora del Departamento de Música) María Pia Vivet, y debía estar a la altura”, expresa Fabián. El profesor dirigió, durante muchos años, un Ensamble de Percusión con un máximo de 13 alumnos. Ahora, debió coordinar a más de 50, de distintos años e instrumentos.

“Mi objetivo principal es fomentar el entusiasmo por interpretar el repertorio de la música orquestal, abordando repertorio formativo, atrapante y que nos plantee desafíos en su ejecución”, añade el docente.

En este sentido, durante todo el año la orquesta ensayó por grupos de instrumentos y luego, cada sábado, con ensayos generales. Para el concierto de primavera prepararon un repertorio que incluyó, en esta oportunidad las obras Romanza para violín y la 7ma Sinfonía – 2do Mov, ambas de Beethoven, Aladdin, de Nielsen y la Marcha Slava, de Tchaikovsky.

Un repertorio complejo, al decir de Fabrizio Danei, director de orquesta y docente, quien además es el director general de la OSU desde sus inicios. “Este repertorio tiene mucha complejidad. Cada año vamos intensificando el trabajo con las obras y la verdad, el resultado es muy bueno. En este concierto se presentaron jóvenes que ya vienen trabajando en la Sinfónica, pero también hay nuevos, y eso supone mostrar al público su  trabajo, su crecimiento, que viene desde su vocación”, reflexiona.

“Para mí, este concierto de primavera tuvo algo diferente: lo viví desde otro rol, como directora, pero aunque sigo siempre relacionada con la orquesta”, señala María Vivet, quien desde hace 11 años colabora, prepara y motiva grupos orquestales. En este sentido, la profesora refuerza “la felicidad que da estar trabajando en grupos con otros, como una sociedad musical”.

En este sentido, Pía reflexiona sobre algunas modificaciones planificadas y pensadas para la orquesta, que se trabajaron desde principios de año, en virtud de profundizar y mejorar el proyecto.  “El cambio ha sido exponencial; el grado de compromiso, responsabilidad, la pasión que han puesto los estudiantes…Se han puesto la camiseta, se han apropiado de la orquesta”, observa.

La orquesta está integrada por más de 50 estudiantes de distintas carreras e instrumentos. Algunos alumnos se suman, año a año, y otros vienen conformando el proyecto desde hace tiempo atrás.

Este último es el caso de Julieta Herrera Soto, estudiante de flauta. “Qué emocionante fue todo ayer; son varios años tocando ahí que una, por ahí, lo «normaliza» y, en realidad, cada año termina siendo diferente y bello”, expresa.

Estas palabras fueron compartidas por la alumna con sus compañeros y coordinadores. “Me emocioné mucho; ¡sigamos disfrutando de este espacio que es único y queda para toda la vida!”, fue su mensaje.

Además, la velada contó con la presentación previa del Ensamble Juvenil de Vientos, Cuerdas y Percusión, integrado por estudiantes de los Cursos de formación en Música del IUPA. Los jóvenes interpretarán Canon en D mayor de Pachelbel; Marionette Funeral March, de Gounod; The Heart of Lithuania, de De Haan; y Chamambo, de Artés.

“Fue un momento muy emocionante, muy emotivo. Me fui muy orgullosa, y muy feliz con las nuevas personas que se han incorporado al equipo, como la nueva directora, Andrea Pulgar”, asevera Pía.

La jornada de la Catedral se constituye como espacio artístico, pero también pedagógico, porque los estudiantes tienen la posibilidad de compartir sus aprendizajes, guiados por sus profesores y los coordinadores.

“Es un clásico de Roca. En primer lugar, me encanta que hayamos podido lograr eso con la orquesta: que sea un evento reconocido. Y por sobre todo, que los integrantes puedan mostrar todo su crecimiento. Es un proyecto pedagógico, porque desde el primer día el trabajo es en pos de su crecimiento profesional”, añade Fabrizio.

“Gracias al excelente trabajo del plantel docente, su dedicación y gracias a los alumnos por su compromiso y entrega, concretamos este gran y gratificante concierto en la catedral. Seguiremos desarrollando lo artístico, profesional y cultural de cada estudiante”, concluye Fabián Poblete.