Kana Omori, la emoción pura sobre el escenario

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La sonrisa franca es su carta de presentación. Porque Kana Omori, marimbista japonesa, no para de sonreír, y genuinamente.

Llega al Auditorio del IUPA, lugar de esta entrevista, junto a Jorge Glocer, percusionista de Gran Buenos Aires, quien organizó con ella la gira Sonidos japoneses y argentinos en la marimba. Este viernes y sábado, con dos conciertos abiertos y gratuitos, Kana compartirá aquello que viene preparando desde hace más de un año. En definitiva, de eso se trata su tour: brindar clases magistrales y conciertos en los que mixtura piezas de la música académica o clásica, otras propias de su país, y composiciones argentinas de Piazzolla.

Kana repite, a lo largo de una charla que se extiende por una hora, lo emocionada que está con esta gira.

“Estoy muy contenta, muy feliz. La gente es amable, amigable, simpática, maravillosos”, detalla en español, idioma que ha aprendido y que desea practicar.

Asiente también, con la respuesta, Fabián Poblete, docente de Percusión de IUPA, y quien ha estado atento a los requerimientos de la marimbista, tanto para las clases como para los ensayos.

Esta gira de la artista, galardonada con el primer premio de la Competencia Internacional de Música en Kobe (Japón, 2006) o primer premio en la Competencia Internacional de Percusión en Italia (2010), la llevó a conocer distintos espacios como conservatorios y escuelas, todos públicos, hasta llegar a la universidad pública de artes de Río Negro.

Recorrió La Plata, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires. El IUPA es la parada más austral de su gira; a lo largo de ella, -insiste con una sonrisa- el público la ha recibido siempre con amabilidad.

Su tarea en IUPA inició el martes 27, con una clase magistral ante diversos estudiantes de Percusión de IUPA. “La clase fue muy buena. Los estudiantes hicieron muchas preguntas, muy técnicas, difíciles, sobre las rutinas de trabajo, de concentración para un concierto”, señala la artista.

La respuesta que les dio fue singular: “Yo sólo toco”.

En sus clases, hay un método de trabajo más vinculado a lo emocional que a la técnica. “Hay que pensar en el otro; confiar en el otro, por ejemplo, en el ensamble, mirar al compañero; y respetar los tiempos del otro”, detalla Kana.

Este modo de trabajo, acaso más colaborativo y menos individual, va de la mano con el repertorio elegido: “El título de esta gira implica esta filosofía de hacer música, no importa cuál o qué: es música”, apunta Glocer. Por esta razón, hay un tema musical de animé a la par de obras clásicas o de Alberto Ginastera.

La semana se ha pasado, para la marimbista, entre clases y muchas horas de ensayo, con un grupo de cámara y con la Orquesta Sinfónica Universitaria. “El proyecto de la Sinfónica es muy importante y el nivel musical, muy bueno. Trabajan muy bien”, expresa. Se muestra feliz de poder subir al escenario con Fabián Poblete, también con el profesor Ángel Frette, a quien conocía a través de su trayectoria, pero recién en este viaje pudo tomar contacto personalmente.

Entre actividad y actividad, Kana ha probado el mate, recorrido algo de la ciudad. También se dio el gusto de una “fiesta de asado”.

La música ha estado presente siempre en su vida. Desde temprana edad aprendió piano, también corno, pero fue la marimba el instrumento que la apasionó. “En mi escuela había una marching band, en la que participé con la marimba. La escuela ganó el primer premio en un concurso. Estuvo muy emocionante, y nunca lo olvidé”, recuerda.

La vida luego la llevó a perfeccionarse en Osaka, una importante ciudad de Japón, y más adelante, en Alemania. Kana compara las experiencias, y observa que en el país germano hay posibilidades de disponer de más de un instrumento , a diario, para practicar los 365 días del año. “Las personas aman y valoran mucho la música en Alemania”, añade.

Acaso estas experiencias la hayan moldeado para vincularse gentilmente, respetando y escuchando a cada interlocutor, un modo no sólo de trato social sino de trabajo musical. “Toquen todo tipo de música, escuchen todo tipo de música. Es importante para sus carreras, pero también para sus vidas”, aconseja Kana.

En su recorrido por Argentina, la artista ha conocido a decenas de estudiantes, docentes y artistas. El IUPA fue la única universidad que visitó, y donde compartió largas jornadas durante varios días. Cuando se suba al avión de regreso al Oriente, habrán pasado más de 300 personas en contacto con ella. ¿Cuál será el recuerdo de la Patagonia, y particularmente del IUPA? “Primero, la gente. Me llevo amistades, todos han sido siempre muy amables. Casi como una nueva familia”, responde, y sonríe nuevamente.


Conciertos. Ingreso gratuito.

Viernes 30/9
18 h concierto Música de Cámara IUPA – Auditorio N. Tilo Rajneri de Fundación Cultural Patagonia.
Sábado 1/10
21 h concierto Kana Omori + Sinfónica Universitaria IUPA – Auditorio N. Tilo Rajneri de Fundación Cultural Patagonia.

Quién es Kana Omori

Kana Omori nació en Nara, una ciudad que, antiguamente, fue la primera capital de Japón. Allí funcionan varias universidades.

Omori estudió piano desde los 6 años, marimba y corno, pero se enamoró de la percusión.

Luego de realizar un Master en Música en Osaka (Japón), viajó a Alemania para continuar formándose. Allí obtuvo un Master en Música en Munich, Alemania, otro país del que tiene excelentes recuerdos.

Con clínicas y clases, ha recorrido muchos países de Europa. También Australia y Asia.