“Lo que pasa con la música argentina en el mundo es sorprendente”

Gentileza D.Escordando

Gentileza D.Escordando

Así lo asegura Jorge Palacios, músico y docente egresado de nuestra institución, hoy a miles de kilómetros de Río Negro, en medio de una gira internacional.

Este joven oriundo de Villa Regina inició sus estudios en el entonces INSA; se formó también con Roberto Moroni y luego con el profesor del instituto Miguel Portal. En 2008 formó el Dúo Escordando, un dúo de guitarras junto a Jorge Martí, reconocido artista, hermano del músico Polo Martí. Ambos  viajan hoy por diversos países y comparten un repertorio de música popular argentina, tango y música latinoamericana.

Jorge, una vez recibido,  vivió en Buenos Aires y volvió al Valle, esta vez para radicarse en Neuquén, donde ejerce la docencia en la Escuela Superior de Música de Neuquén. “Doy clases de guitarra en nivel terciario y también algunas materias teórico-prácticas enfocadas al quehacer musical grupal”, reseña. Además de la actividad docente, continúa con dos proyectos musicales: el Dúo de Guitarras Escordando y el Trío de Música de Cámara de la ESMN, con Florencia Ferenza en flauta traversa y Javier Díaz de Quintana en viola. “Tenemos una linda actividad musical en la zona y lo más relevante recientemente ha sido la gira que realizamos con Escordando”.

En efecto, este dúo estuvo recorriendo Qatar y Guyana, donde vivenció otras culturas. “La verdad, fue una experiencia muy fuerte. Son países muy remotos, lejanos geográficamente, idiomas diferentes, climas, sabores y un enorme contraste con nuestro país. Qatar es desierto, en construcción permanente y con un nivel de riqueza inimaginable. Edificios ostentosos, bancos, casas y autos de lujo conforman un paisaje exótico que asombra a cualquier visitante. Guyana es el otro extremo. Un país con muchísimas carencias, un grado de subdesarrollo similar al de Haití y un alto  porcentaje de la población, en su mayoría afro-descendiente traída al continente como esclavos de la corona británica, hindúes, chinos y nativos, viviendo en una pobreza que asombra”, describe con detalle el músico.

Martí y Palacios se presentaron en la capital catarí, Doha. Luego, de regreso al continente americano, estuvieron en Guyana. En este país tocaron obras instrumentales en una escuela pública de Georgetown, la capital Guyana.

La respuesta ante la música argentina ha sido muy positiva. “A nivel artístico, les encanta la variedad de ritmos de nuestro folklore, es exótico para ellos. El fenómeno del tango, sobre todo Piazzolla, los conmueve. En Doha, tocamos en el Drama Theatre de Katara, un centro gubernamental dedicado a las artes. La sala es maravillosa. Tuvimos muchísimo público de todas las nacionalidades”, cuenta el músico valletano.

Según Palacios, lo que más atrapó a la audiencia durante este concierto fue una obra de Piazzolla llamada tango suite original para dos guitarras. “La complejidad rítmica y armónica, esas melodías modulantes son muy llamativas para un público acostumbrado a otras formas musicales”, explica.

En su paso por Guyana, el dúo tuvo la chance de conocer músicos locales.  “El interés que mostraron por nuestra música, la guitarra y su técnica, las posibilidades de intercambio de conocimiento… Todo hasta hoy nos llena de emoción”.

Al respecto de los conciertos en escuelas públicas de New Amsterdam, Linden y Georgetown, tres ciudades de Guyana, Jorge narra lo que pensaron con Martí al momento de presentarse. “Para estos chicos, ver a dos extranjeros, blancos, con guitarras, tocando esta música, es como ver un ovni. En algún lado, en sus retinas y su corazón quedará ese recuerdo y si tenemos suerte, alguno quizás empiece a interesarse por la música y la guitarra. Sus posibilidades son casi nulas, pero el talento y las ganas de aprender superan cualquier límite”.

Recuerdos del IUPA

Palacios recuerda el viaje a Roca, desde Regina, para cursar en el entonces INSA. “A veces llegaba más rápido haciendo dedo. Toda una aventura compartida con amigos que estabamos en la misma. Sin duda, mis mejores recuerdos están en aquellos años de estudio en el INSA.

Tantos años en la institución sentaron las bases para un montón de conocidos y amigos que Jorge recuerda. “Conocí a las personas más influyentes de mi vida. Maestros extraordinarios, amigos entrañables y momentos que han marcado mis días para siempre”, dice.

Entre sus recuerdos, Palacios menciona las clases con Miguel Angel Portal, al que define como “gran amigo, músico y guitarrista. También la música de cámara con Ljerko Spiller, a quien lo vinculan sentimientos entrañables. “Spiller era de otro tiempo-espacio. Como esos personajes míticos de los libros, bravos pero a la vez sensibles. Escuchaba absolutamente todo, con sus noventa y tantos años era un prodigio de conocimientos y con un sentido del humor único”, expone.

Este profesor marcó a Jorge en su visión respecto de la responsabilidad. “Spiller tenía fama de ser muy exigente. A veces los alumnos no iban a sus clases y era común verlo sentadito, solo en el medio del aula, esperando que alguien apareciera. Para mí era una falta de respeto. En una ocasión, tuve una clase tan inmensa y significativa que me conmovió; él notó mi emoción, en el gesto y las palabras. Le dije ´Maestro, gracias´. Y me contestó: `Mire, nadie debe creerse superior por cumplir su destino”, rememora el músico. Por supuesto, también recuerda a Roberto Moroni, a quien señala como un guitarrista exquisito, de sabiduría desbordante. “Como un padre para mí”.

Otros profesores que están grabados en la mente de Jorge son Viviana Scaletta, Gabriela Guala y varios docentes que ya no están en la institución.

Imborrable: Noberto Tilo Rajneri

“Sin él, este abanico de emociones no estaría”, así resume Jorge la importancia del creador de IUPA y de Fundación Cultural Patagonia.

“Fue un ser único. Recuerdo que el día que di mi último examen de guitarra, pensé en esta imagen. Había terminado una etapa sumamente significativa en mi vida. Recordé a mi abuelo cuando me llevó en su Rambler azul a Roca, yo tenía 13 años…Habló con Tilo y le agradeció por ofrecer esta posibilidad de estudio para su nieto”.

Años después, en 2009, Palacios llamó por teléfono al rector Rajneri, se presentó y luego de unos minutos, el rector se emocionó. “Me dijo: ¿te acordás cuando tu abuelo Sergio te trajo aquella vez, que quería que sí o sí te escuche alguien porque según él eras casi un Mozart?”.

En ese instante, Palacios simplemente le agradeció al creador del IUPA la chance de haber estudiado, que emocionó hasta al sollozo a Rajneri, que por supuesto devolvió la gentileza. “No he sido fácil pero todo lo he hecho con el corazón”, replicó el fundador de IUPA, según relata Jorge. “Quería compartir esto y recordar a Tilo. Darle las gracias nuevamente”, concluye Palacios.