Vittorio de Sica dio al mundo Milagro en Milán en 1951. Toto el bueno expresa con sus gestos el profundo sentir que puede haber detrás de la respuesta acertada frente a la pregunta, fría en el texto y viva en la voz, ¿cuánto es siete por siete? El discurso de las acciones se impone cuando los relatos versan esto y hacen aquello, o esconden un desenlace advertido, y más aun cuando los relatos versan esto y hacen esto… como por ejemplo despojar injustamente a las personas de un barrio porque de repente brota el petróleo del suelo, o como por ejemplo matar bajo la afirmación de la supremacía de una raza… y como hay versos sin reversos porque no admiten palabras, las acciones neorrealistas vienen a salvar el día… o las vidas… como cuando justamente De Sica dio trabajo como extras a 300 judíos y otros amenazados por el nazismo para evitar su captura y deportación, y un milagro acarició la tierra.