Verónica Arévalo Schiavo: “El arte está ligado a transmitir lo humano”

13646780_10208544646126741_1410041617_o “Soy muy meticulosa en la organización: me pongo objetivos a corto, mediano y largo plazo. La danza clásica es así: organizada, paulatina, metódica”, describe Verónica Arévalo Schiavo, docente de Danza Clásica del IUPA,  bailarina profesional, egresada de esta institución.

Ese método es, junto con la dulzura, su marca personal. Como docente, Verónica trabaja desde un lugar de vinculación que va más allá de las clases y las prácticas. Uno de sus grupos actuales de alumnas la ha tenido como profesora desde el preparatorio de danza. “Se genera la confianza”, asegura la bailarina.

En efecto, organizó hace poco un viaje con ellas a Buenos Aires, con el aval de los padres de las chicas. La estadía en la gran ciudad fue la excusa para conocer a los maestros de Verónica, Alejandro Totto, Héctor Barriles, por ejemplo.  Visitaron el estudio de Olga Ferri, otra gran referente de la disciplina. Sin dudas, un viaje que Verónica aprovechó para rememorar su paso por los seminarios intensivos del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

“El estudiante de danza aprende del compromiso, de disciplina, de comportamiento, antes de saber técnicas. En mi caso, siempre desde el afecto”, refiere.

Este contacto con los grandes del ballet es una manera generosa de transmitir parte de su expertise vivido, tanto en Buenos Aires como en su lugar como primera bailarina del Ballet Oficial del Teatro del Libertador de la ciudad de Córdoba. Este cargo la sorprendió muy gratamente, según cuenta, cuando a sus 23 años participó de la audición. “Lo primero que hice fue llamar a mi mamá”, señala.

“Como bailarín o bailarina hay un proceso donde la presencia en escenario importa, para que luego eso se pueda transmitir como docente. Yo recomiendo a mis alumnos expresarse y desarrollarse todo lo que puedan como bailarines, que posteriormente eso les dará herramientas para ser maestros”, explica Verónica.  Actualmente, la docente tiene a cargo estudiantes del 8vo de trayecto de Danza Clásica y del primer año del profesorado (varones).

La filosofía de la profesora radica en fomentar la expresión y luego motivarlos a buscar nuevos destinos, como Buenos Aires, La Plata, Córdoba o el exterior, lugares donde funcionan los grandes ballets. “Los preparo para que vuelen, es decir, para que busquen otros caminos”.

Esa esencia, de vincular la sensibilidad artística con el afecto,  está en permanente juego en la palabra de Verónica. “El arte está ligado a transmitir lo humano. Hay que percibir el alma de cada estudiante, conocer su personalidad”. La bailarina expresa la necesidad de realizar una tarea profunda, de vínculo directo, y de “sentir lo que le pasa” a cada estudiante, para brindar las herramientas correctas para su labor profesional.

La danza clásica en la actualidad

Consultada sobre la actualidad del ballet, Verónica  señala a la argentina Marianela Núñez, hoy figura del Royal Ballet de Londres, como una referente de vanguardia. También, a nivel internacional, menciona a la italiana Alessandra Ferri, Darcey Busell (Inglaterra) y Sylvie Guillem (Francia).

Como sucede con otras disciplinas, la danza clásica ha mutado con el tiempo. El ballet hoy es más circense, más pensado para el espectáculo, opina Verónica, con el riesgo severo de perder lo artístico. “Estoy de acuerdo con sumar (elementos o artificios del show), pero sin perder el sentimiento ni las emociones”, refiere. Lo que,  en definitiva, resume la esencia de Verónica.

 

Fotos gentileza Javier Bergamaschi.

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