Marlon Brando fue una bestia en muchos sentidos. Dotado de una belleza masculina a tono con los cánones de la industria cinematográfica estadounidense atrajo las miradas desde muy pequeño… algo que le costó manejar al punto tal de que atentó contra sí mismo por ello… hasta que encontró que podía ser redituable. Por otro lado, poseedor de un gran talento desde temprano para encarnar otredades y actuar casi de modo natural, tomando la plasticidad de la vida humana en sus gestos cotidianos logró, con años de trabajo y un ímpetu de rebelde sin causa, darle una profundidad psicológica pocas veces vista en la gran pantalla. Quizás por eso fue dos veces galardonado con el Oscar, los premios de la academia de cine norteamericano para espolvorear brillante berreta en un premio nacional inflado por el dorado sintético de un esmalte petrolífico… La segunda vez fue por su interpretación de Don Corleone en El Padrino, pero rechazó el premio y envió en su lugar a Sacheen Littlefeather, una actriz y activista por los derechos civiles de los indígenas en el país del norte, quien subió al escenario y expuso un discurso sobre los atropellos figurativos y narrativos que las historias de Hollywood perpetraban contras los pueblos originarios al tiempo que denunció el asedio y la matanza ejecutada por el gobierno federal en Wounded Knee contra los indios Sioux. Brando fue nominado en otras oportunidades para recibir la estatuilla… por ejemplo: El último tango en París… tristeza, tristeza y mucha bronca… una carrera tirada a la basura por el acto bestial de haber violado a la actriz protagónica frente a cámara en una situación total de desconcierto para la infinitamente traicionada María Schneider. Hay errores en la vida que pueden sopesarse para dar cuenta del debe-haber en la mora vital, y quizás muches salgan indemnes… pero desde el momento en el que deliberadamente alguien violenta a otra persona ultrajando su humanidad se convierte en un eternamente culpable. Viejo, te fuiste muy mal al pasto y te re cabe la de “… el violador eres tú”.

Historias de Arte
Seguro que experimentás algo de todo esto y conectás de un modo particular: una canción que te resuena, una foto que te captura, una película que te emociona, una serie que te atrapa, le joven artista por primara vez en el escenario que te deslumbra, una performance que irrumpe y te pone a pensar o un grafitti que te alegra la caminata. Quizás la conmoción fue tal que buscaste info en internet o preguntaste a algún amigue, o tal vez no hiciste nada más que disfrutarlo; ahora te queremos contar los secretos que guardan y sus datos esenciales… bah, curiosos, que están buenos saber para entrar en la obra. Porque en la cultura pop pasaron cosas como en la Historias de Arte.
Buñuel, Chaplin y un árbol de navidad
Entre el arte y la cultura de masas hay un romance tormentoso. Muchos, por no decir casi todes, o por no decir el noventa y nueve coma nueve por ciento, quieren la fama, el dinero y las mieles de ese cocktail (o bomba molotov… pensalo como quieras). Buñuel, vanguardista provocador, pasó una temporada en Hollywood Land becado por la Metro Goldwyn Mayer para “aprender” a hacer cine luego de haber estrenado “La edad de oro”. En una cena durante un mes de diciembre compartió la velada con Chaplin, quien asistió a una performance en vivo para conocer la sangre latina hirviendo ante la injusticia… de modo que tras una cena maltrecha por los destrozos, el gran realizador de filmes para el Nickelodeon invitó al español a compartir la mesa en su gran mansión; a partir de allí: fiestas, relaciones y reventones hasta que al getón aragonés se le terminó la suerte tras alguna frase desafortunada contra alguna diva de la gran industria norteamericana. En el ´39, viéndose obligado a escapar de Europa regresó al valle de los sueños sin un duro-cobre-peseta en los bolsillos, y creyó que sería oportuno vender algún gag surrealista al vagabundo de bigote, pero éste lo dejó de plantón y se ganó el ingreso a las malas memorias de “Mi último suspiro”. El insulto nace de un bronca mezquina pero se cuenta con el deshonor en una épica… Buñuel dijo de Chaplin y el desencuentro fue el fruto de que “no tuvo el valor de firmar un llamamiento a favor de la República y contra el golpe militar fascista”… pero también andaba eso de la platita en medio… porque todo gran juicio esconde un privado dolor de pasiones y desgracias personales… como Salinger, que detestaba Hollywood porque Chaplin enamoró a su amor cuando él se fue a la guerra… y gracias a ello nació “El cazador oculto”.
«Living in a ghost town» – The Rolling Stones
Living in a ghost town es la última canción publicada de The Rolling Stones. Oportunamente lanzada en el año del virus bajo la creencia de que su título dice algo de lo que nos está pasando… es un lindo tema, como muchos otros a los que nos tienen acostumbrados, pero poco dice del estado de ánimo y las circunstancias en las que estamos… pareciera que la lógica del obtener beneficios de la circunstancia que “denuncian” en alguno de sus versos les ganó la razón para la ventaja, pero se olvidaron de poner que “los estetas venden stickers y temitas on demand” junto a los curas que sermonean y los políticos que transan. La vida no era bella y nos fue arrebatada a todos por igual por algún poder omnímodo; nosotres no éramos todes belles como les jóvenes de la “bella y estetizada juventud del rock”… hace tiempo que las viejas épicas de la mitológica generación de los ´60 fueron vendidas como entradas para una sala de cine o recital auspiciado por American Express, de modo que sus figuras en versitos para posibles héroes de una noche no rascan donde pica… a veces, frente a la trágica realidad conviene guardar silencio… o hacerse el pelotude.
«Encamada por la paz»
John Lennon y Yōko Ono dispararon sus cañones llenos de flores durante dos semanas en una encamada pública que atrajo las lentes de las cámaras durante la performance de su luna de miel. Dos consignas sintetizaban una concepción de la geopolítica que pretendía reestablecer mediante otra lógica las relaciones globales: “La Guerra ha terminado” y “Todo lo que decimos es: dale una oportunidad a la paz”. La tragedia del siglo XX es haber parido la forma imperial gestada durante siglos por las potencias civilizadas de la iluminada y pulcra Europa moderna… cuando los libres, fraternos e iguales franceses tuvieron que abandonar, por haber perdido gracias a la resistencia inclaudicable a la que no se le agota el tiempo cuando se reproduce generación tras generación, luego de diez años de conflicto desatado en su colonia Indochina, la naciente potencia de la muerte planificada bajo los perfectos “estándares oil y ford the power of nation”, tomó la posta para echar napalm en las heridas. Los artistas no definen la geopolítica, pero a veces, cuando son muy conocidos, dejan un testimonio que ayuda.
«Twist and shout»
Twist and shout o Shake It Up, Babe es un éxito musical comercial compuesto por Bert Russell / Phil Medley popularizado por los Isley Brothers y The Beatles, siendo la versión de estos últimos la más conocida mundialmente. Inspirada en los ritmos caribeños y latinos de mediados de siglo XX, tiene como referencia a La Bamba y quizás sea esta marca de origen lo que provocó la historia de su grabación en 1963, cuando la banda de Liverpool produjo su primer Album. Please Please Se me grabó en una sesión maratónica de diez horas, en la que Twist and Shout fue la última canción porque el productor George Martin había previsto el posible desenlace. Lennon estaba resfriado por aquellos días y pasó la jornada tomando leche tibia y comiendo caramelos para suavizar las cuerdas… pero ni eso pudo contra la fuerza negra-latina que latía en el origen de la canción.
«El satánico Dr. Cadillacs»
Los Fabulosos Cadillacs compusieron como forma de exorcismo “El satánico Dr. Cadillacs” para quitarse de la sangre a uno de esos seres impuros que ronda el aura de la música popular y masiva y come el cuerpo de una banda: “el manager”. Ejemplar de las razas que viven del hacer del otro, muchas veces el manager, que no logra comprender su vida, sin ensamblar con los otros en un encuentro que haga posible sonar y hacer el hecho artístico, llena con humo negro las mentes para vaciar billeteras y llenar portafolios con dinero robado y contratos firmados con la bestia. “¿Qué le anda pasando a tu corazón? … Nunca fuiste libre y esa es la razón”. El miedo a no tener nada cuando la vida se mide en los saldos que contiene un CBU, envilece y proclama en la voz hueca del manejador “Qué anda pasando muchachos… el teléfono no suena”… y se podría escuchar como respuesta: “Claro idiota; hace silencio que estamos ensayando”.
«Té para tres»
El rock nacional tuvo su versión glam y tecno encarnada en Soda Estéreo. Gustavo Cerati es sin duda uno de los grandes genios de la música popular argentina y supo encender un fuego para dar calor a las masas con canciones de entre tres y seis minutos de duración. ¿Cómo contar el amor en ese tiempo?¿cómo contar el dolor en ese tiempo?¿cómo hablar y reconstruir la escena en la que la muerte nos visita sin violencia, parada en un costado de la sala mientras que aquel a quien vino a llevarse nos informa con los ojos llorosos, las manos temblorosas y la voz quebrada, que a sus expensas ocurre algo irremediable?… probablemente hacerlo con el hábito de cada visita y compartir una taza de té aunque esta vez la miel no endulce la bebida. Los artistas producen con el cuerpo; algunas veces usan la sangre, las lágrimas y la piedra de tres toneladas que les cierra el pecho. Cuando eso ocurre nos dan una obra maestra y nosotros vivimos mucho con ellas y crecemos y nos edificamos y sentimos la profundidad de un alma que recibió la visita de la muerte mientras tomaba el té con su padre junto a un sobre recién abierto.
Charles Bradley
Charles Bradley transitó una gran curva vital hasta lograr instalarse como una referencia del funk y soul afroamericano. Muchas veces los escenarios de luces cegadoras se encuentran más arriba que sus diez escalones de metal, y para alcanzarlos es preciso subir montañas rocosas…pero cuando una persona que subió las escarpadas laderas del monte vida llega a la cima, quienes se encuentran allí miran con los ojos asertivos al recién llegado y alaban la integridad de su arte. Bradley es un regreso a lo fundamental y un acercamiento al tipo de energía positiva que tienen aquellos que ascendieron tras el descenso de los siete infiernos de Shultz. Funk, alma, sincopa y vientos para no sentirse abandonades y saber que cuando lo damos todo el amor de los otres nos enciende.
Lorca y Cohen
Federico García Lorca y Leonard Cohen resultan ser dos “hermosos ganadores” si concebimos que la belleza transgrede los límites de un poder nacido muerto, gris y frío como el estacionamiento de un shopping, y restaura sensiblemente para las personas la experiencia de unos mundos moll bé, moll bonic. Hubo un tiempo en el que los artistas murieron de sobredosis, y hubo un tiempo anterior en el que a los artistas los mataron las dictaduras por sus obstinadas inclinaciones a las verdades que se oponen… que se paran frente a los viejos de traje que entregan placas de honor en auditorios de aplaudidores, y conservan en casa cadáveres en las alacenas de maderas henchidas por la sangre fresca. De su visita a Nueva York, Lorca sostuvo que los ingleses se dedicaron a construir con fuerza de acero “una civilización sin raíces. Han levantado casas y casas, pero no han ahondado en la tierra”. Nos gustan quienes nos invitan a un baile de salón tras labrar el surco, porque en ese movimiento se aprende que la vida es más que un alto rascacielos de quinientos metros. De modo que take this waltz.
La canción del «Chavo del 8»
Del Barroco a la TV por obra y gracia de la transposición y los ladrones del arte. Los préstamos y los robos son quizás dos de las prácticas más habituales de la producción cultural y nadie creería que un producto hecho para adultos y niños escondiera detrás un delito cometido con la pantalla encendida y transmitido por televisoras nacionales y comerciales de Hispanoamérica, Europa y Asia por más de dos décadas. Mientras los aplausos y las risas provocadas en los televisores de más 350 millones de personas dieron gloria a Roberto Gómez Bolaños, Jean-Jacques Perrey, autor de la composición que tributaba a “La Marcha Turca” de Ludwig van Beethoven, veía como se popularizaba “Los elefantes nunca olvidan” sin ver un solo peso, dólar o franco. Chespirito, quien supo dejar en la lona a sus compañeros de éxito, usó durante más de 20 años la composición del pionero de la música electrónica, quien recién en 2010, seis años antes de morir, logro hacerse con alguna moneda y terminar con el asalto a cara descubierta.
Mon Laferte en Viña Del Mar
Mon Laferte protagonizó un momento de vacío colmado cuando, en su última presentación en el Festival de Viña del Mar en el febrero del año del virus, regó el tiempo con sus recuerdos. Subida al escenario, montando el lomo del Monstruo y acariciando a la fiera con las palabras de una historia en común, evocó con su voz la escena hogareña en la que una trenza tejida guarda los anhelos de una familia del pueblo: basta de represión, basta de Pacos, basta de un liberalismo a la chilena que mantiene en la pobreza con la añoranza de un mañana mejor si nos rompemos la cresta. La belleza de una voz que canta la historia de todos detiene al trompo embrujado, termina por unos minutos con las tachas de hierro y lleva las almas embriagadas de vida a un lugar mejor. En América Latina la canción es en muchas ocasiones la memoria de un pueblo en busca del porvenir.
Tratame suavemente
Cuando los perros negros de la historia, entrenados para la crueldad, toman la realidad y pronuncian discursos desde un balcón mientras la televisión muestra al desaforado que reduce con el lenguaje de la bestia, se precisa a la poesía… la canción rápida, escrita en la hoja de un diario que podría haber envuelto huevos en cualquier verdulería, corta el aire enmohecido para que el haz de luz de un teclado techno acaricie la piel debajo de una blusa y cure las heridas de una carne asustada que clama la economía del amor. Daniel-Melero-Tratame-Suavemente-Los-Encargados-Soda-Estéreo-Un-Hit-Lo-Techno-Acaricia-Lo-Áspero-Y-La-Historia-A-Contrapelo-Por-La-Belleza-Para-Vivir.
Dalí y el método de la cuchara
¿Salvador Dalí representó la realidad humana más allá de los límites de la conciencia? No sabemos si es una buena pregunta pero por lo menos permite plantear la cuestión de que su hacer artístico buscó meterse en cuestiones tales como la verdad, lo real, lo consciente y lo inconsciente y representaciones más allá de lo real. Parecen grandes temas y hacen suponer que para enfrentarlos es preciso contar con una ingeniería sofisticada de saberes técnico-científicos, filosóficos-humanistas, psico-conductuales, artísticos-profesionales… y quizás sea así, pero para las grandes almas del saber(qué)hacer estas cuestiones se dirimen en simples cosas que les permiten una entrada de sus mentes, sentires y obsesiones a la cuestión: una cuchara para cruzar la frontera entre lo onírico y lo real.
El debut de Mercedes Sosa
En 1965 Mercedes toma por asalto el escenario cuando un viejo jinete contra el viento señala que es la hora. El valiente gesto de enfrentar lo que ha sido negado bajo la prejuiciosa sentencia que la nombra como una “simple sirvienta”, se abre paso frente a una estéril comisión organizadora destinada a perder contra la fuerza de una belleza inocultable… silencio, la voz de América se eleva desde la tierra y toda su profundidad llena el cielo oscuro de la noche.