Enriquecedora experiencia de dos estudiantes de Visuales en el Penal 2

Un taller. Dos estudiantes avanzados de Artes Visuales a cargo. Un público distinto: 16 internos del Establecimiento de Ejecución Penal N°2 de General Roca.

La experiencia fue una propuesta albergada en la Prosecretaría de Desarrollo Sociocultural y Voluntariado del IUPA, en convenio con el Penal.

Rafael Torres y Lautaro Cancino, dos estudiantes de IUPA del Departamento de Artes Visuales, fueron los talleristas que diseñaron esta propuesta, que se realizó durante el segundo cuatrimestre de 2023. Ambos se conocieron este año en la materia Práctica Docente de Nivel Medio y Superior, donde trabajaron en dupla pedagógica.

Para este taller, estuvieron acompañados por los psicólogos sociales Susana Román Cristian Di Paula, del Penal, quienes tienen la potestad de evaluar qué internos pueden participar de este tipo de propuestas.

“Siempre estos espacios son coordinados con el establecimiento”, señala Marisa Rolo, coordinadora de la propuesta por parte de IUPA.

Al principio hay como un tabú y muchos prejuicios en cuanto al Penal en sí, es decir, la idea de ir a dar un taller en ese lugar genera muchas sensaciones”, expresa Rafael.

“Nos daba un mucha de incertidumbre de cómo iban a ser las cosas porque a nosotros nos preparan, sobre todo, para trabajar en un colegio o similar, pero no en un contexto de encierro”, añade.

Según enumera Lautaro, trabajaron con dos grupos en dos días diferentes. “Los chicos del pabellón 4, que iban los lunes; y los del pabellón 2, que iban los miércoles. En el primer grupo eran 6 y en el otro 11 internos”, amplía Lautaro.

En efecto, las personas privadas de libertad son quienes solicitan participar de actividades de este tipo.

Los talleristas propusieron trabajar técnicas vistas en su cursada. “Las técnicas y contenidos que abordamos fueron las construcción de un relieve, modelado en arcilla para luego hacer un molde en yeso y su posterior vaciado en cemento, y un bulto redondo (máscara) que fue realizada con la técnica de cartapesta, modelando con diario, cartón, cinta y dándole capas de cola vinílica y diario”, detalla Rafael.

La idea vino al pensar en una actividad que pudiéramos realizar esculturas o bultos redondos con materiales económicos y permitidos, ya que teníamos que respetar algunas reglas, como por ejemplo, no utilizar materiales cortopunzantes o algunos pegamentos. Al hacer máscaras con el material de cartapesta vimos que nos podía dar un buen resultado para la actividad”, agrega Lautaro.

La principal barrera o dificultad fue determinar con qué materiales y herramientas se podía llevar a cabo el taller”, señala Rafael, en ese sentido.

En efecto, los estudiantes se inspiraron buscando material de otros artistas como Micky Lilintal.

De la necesidad a la emoción

Según explica Lautaro, muchos internos no estaban, al principio, convencidos o motivados por la propuesta del taller. Algunos se inscribieron para obtener puntos que les permiten una rebaja de condena, “pero cuando las máscaras iban tomando la forma que ellos buscaban, comenzaron a sorprenderse y pusieron más ganas, para realizar algo lindo y poder regalárselo a las familias”.

Tanto para Rafael como para Lautaro, esta posibilidad fue inédita para ambos en el Penal, donde buscaron conocer otros ámbitos laborales y sumar experiencia. “Y salir de nuestra zona de confort”, agrega Rafael.

Según los talleristas, la propuesta también permitió a los internos “tener la mente ocupada”. “Ellos están ahí con muchas emociones/sentimientos muchas veces reprimidos, y a flor de piel. Y como el arte es un buen canalizador de emociones, de sentimientos, nos pareció importante ofrecerles un lugar para liberar todo eso y así poder sacar a los internos de los pensamientos de su vida cotidiana y ponerlos en contacto con el arte”, resume Rafael.

Para Lautaro, este proyecto le permitió reconocer el valor que tiene la libertad. “Uno siempre se olvida el valor que tiene ser libre y poder decidir dónde estar y con quien; tener una casa donde dormir, y una familia que siempre está. Me hace considerar que soy muy afortunado”, reflexiona.